jueves, 19 de junio de 2008

¡¡¡¡FELIZ VERANO!!!

Parece mentira, pero ya se ha terminado el curso

Qué paseis todos/as un verano inolvidable.

PATRI

Conclusiones sobre nuestra profesión....

Aunque este año no haya tenido que realizar prácticas, todavía recuerdo muchos momentos de mi experiencia como maestra de prácticas puesto que supuso para mi una de las experiencias más bonitas y gratificantes de mi vida, llena de aprendizajes y vivencias, alegrías y alguna que otra frustración. Además estoy acostumbrada a trabajar con niños (en clases de apoyo, en campus de verano, en actividades deportivas extraescolares...), por lo que me atrevo a exponer algunas opiniones mias relaciondas con nuestra profesión.

-Hoy por hoy considero que no es fácil ponerse delante de un grupo de alumnos si esto verdaderamente no te gusta, y que aún así, un profesor no nace aprendido, sino que con el paso del tiempo, con la experiencia es cuando se dejan de cometer errores.

-Gracias al cariño de los niños te levantas todos los días con ganas de esforzarte y de exigirte más a ti mismo para mejorar o evitar posibles fallos cometidos, con ganas de realizar cosas por ellos, de verles sonreír o disfrutar (aunque no cueste mucho), e incluso de descubrir que aquello que les has propuesto no es lo más adecuado para ese momento.

- No hay que olvidar que aunque los niños sean niños, se dan cuenta de muchas cosas, adivinando cuando estás alegre y contento, o cuando estás preocupado o cansado. Por eso, pienso que es totalmente necesario colocarse una “careta” al entrar por la puerta de clase o al polideportivo, puesto que los niños requieren que el maestro les anime y les de su aliento constantemente para que la clase sea lo más dinámica posible. Con ello, te conviertes en una persona nueva y entusiasta para ofrecerles a los niños lo máximo que puedes dar.

-Los niños aprenden y se fijan más en lo que haces que en lo que dices. Si se desea conseguir un ambiente de trabajo en el que reine el silencio y la calma, hay que predicar con el ejemplo. Resulta más efectivo no alterarse, bajar el volumen de la voz y pedir educadamente a los alumnos que guarden silencio.

-Es fundamental una buena planificación y organización del trabajo, así como la distribución del tiempo disponible.

-Considero que la labor más importante de todo maestro es mantener la ilusión por lo que se hace y no permitir que se entre en una rutina pudiendo llevar al traste el encanto de la enseñanza, que como todas las cosas de este mundo hay que aprender, o por lo memos, intentar conseguir.